Fuente: El Economista
Los investigadores de la Universidad de Cádiz, a cargo del descubrimiento, han podido datar la fundación de la ciudad en el s.I y confirmar las grandes dotaciones urbanísticas que poseía, a pesar de que fue abandonada en el s.II.
Tras el estudio realizado con georadar, se llegó a la conclusión de que algunas de las antiguas edificaciones se encontraban a tan solo 40 cm de la superficie, determinando una visualización de algunas de las estructuras que aún podrían mantenerse en pie. “Es tentador identificar este conjunto con un ambiente foral a pesar de sus dimensiones”, valoran en el estudio.
Comments : 0